El ingeniero cántabro Javier Cavada, presidente de la multinacional británica Highview Power, ha adquirido la fábrica de hélices navales Navalips al grupo finlandés Wartsila, con el que mantiene una estrecha relación desde hace años. Cavada se hace con la propiedad de la instalación, que emplea a 45 personas y genera unos ingresos anuales de unos doce millones de euros, mientras que Wartsila le garantiza varios años de la misma carga de trabajo que tenía antes la filial. Además de mantener las operaciones actuales, Cavada pretende establecer en la fábrica una nueva línea de grandes palas de bronce para energía eólica marina.
Anteriormente, Cavada fue vicepresidente mundial de Wartsila y presidente de su división de energía, que experimentó el mayor índice de crecimiento con la puesta en marcha de plantas de generación eléctrica en los cinco continentes. Su amplio conocimiento de este mercado llevó al ingeniero cántabro a cerrar un acuerdo con su compañía, asumiendo un papel protagonista en otra empresa con prometedoras perspectivas: la británica Highview Power. Esta empresa estaba empezando con una innovadora tecnología de almacenamiento de electricidad mediante aire comprimido, y Cavada vio en ella un enorme potencial.
